jueves, 11 de septiembre de 2008

Esperanza

El pasado sábado 6 de septiembre, la ciudad se despertó con una muy baja temperatura.


Desde el cielo, como no podía ser de otra manera, caía una copiosa lluvia.


Frío, frío y más frío. Pero nada nos iba a detener.


Esa noche, una vez más, iba a temblar Buenos Aires...


Por la tarde, llega la primera mala noticia.


Me llama Alonso por teléfono y me dice: "Mi vieja está mal, la internaron y me fui del trabajo."


Pero nada nos iba a detener.


El Gaita pasó a buscarme por una estación de servicio ubicada en Entre Ríos y Humberto Iº.


Antes de subirme al auto, piso sobre la vereda, barro acumulado del día.


Limpiamos como podemos el calzado y, de ahí, nos fuimos hasta Abadía a buscar a la mitad de la tripulación.


Aclaración: entre medio de todos estos relatos, los mensajes y llamados no cesan.


Llegamos a Abadía y recojemos a la teen crew. Javier, Sergio, Luli y Sol completan la primera mitad. Luli me regala un Bon-O-Bon que, más tarde, va a estar riquísimo.


Emprendemos el viaje y dejamos el auto a unas cuadras.


Me suena el celular y Alonso me dice: "En 10 minutos llego".


Vamos a la estación de servicio ubicada en Salguero y Costanera. Compramos chucherías varias y, el empate a la mala suerte había llegado: por la puerta, pasa el "Trencito de la Alegría".


Salimos y, el 1 a 1, duró poco. En una de las alcantarillas de la estación, mando la gamba hasta el fondo y se lesiona mi pierna derecha. Entran el cuerpo médico, efectúa unos movimientos de rose durante unos 20 minutos y todo parece solucionarse. Resultado parcial: 2 a 1 abajo.


Llega Alonso y entramos.


El lugar bien ambientado como las últimas veces. Hasta el momento, poca gente.


En las bandejas, haciendo el warm up, el holandés Eelke Kleijn.


Fino, buenas mezclas, buena selección de tracks (algunos de su propia autoría) y, sobre el final, dejó la pista a punto caramelo.


Gran DJ y, para ser honesto, quiero verlo pronto como headliner.


A eso de las 12,30 horas, llega el resto de la tripulación y la alegría empata 2 a 2.


Compramos las consumiciones en unas barras rápidas y nos dirigimos a los baños porque, después, ya nadie se querrá perder nada.


Sobre el final, Eelke Kleijn cierra su performance con "Dopamine Theory" y, los aplausos, suenan por todo el pabellón. Gran actuación del holandés.


Sin embargo... los aplausos para él se empiezan a confundir con los que iban dirigidos para el próximo artista...


De repente, en el pabellón, bocas y manos no cesan de emitir sonido mientras que los corazones se paralizan... Todo es demasiado fuerte... todo es muy extremo...


Señoras y señores, después de 3 años, Hernán Cattáneo vuelve a tocar en su ciudad natal un set de más de 4 horas.


Y el pabellón se empieza mover, con golpes fuertes y sonidos obscuros. Todo parece ir encaminado... La alegría, con sólo saber que ya está Hernán en las bandejas, convierte el tercer gol de la noche.


Los corazones se empiezan a tensionar, las sonrisas aparecen en los rostros, los estímulos (con unos cuantos años de experiencia) indican que la noche va a ser excelente.


Alrededor de las 2,15 horas Hernán empieza a levantar el ritmo. Cambia de lo volador a unos grooves que se empiezan a meter en el pecho y, como si nadie se hubiese dado cuenta, Cattáneo nos tendrá a todos bailando durante las próximas 2 horas.


El ritmo es tremendo, el sonido es fantástico, las mezclas impecables, el manejo de pista que tiene como sólo él sabe llevar a una multitud hasta los placeres más exquisitos de la música.


De pronto, la gente se asombra, por ahí llegan unos vocals viejos y conocidos.


Hernán desempolva "Chilling Moments" y los recuerdos (para los más viejos) inunda el corazón y la nostalgia. En cambio, para los que lo oyen por primera vez, no pueden creer como ese track sigue teniendo tanta vigencia hasta el día de la fecha.


La música continúa, el ritmo sigue siendo galopante, el BPM no supera los 128 y, mientras tanto, el DJ se divierte jugando con nuestras mentes y cuerpos.


A mitad de set, como ya se había anunciado, todo llega...


Suenan unos golpes conocidos... todos al unísono gritan de emoción: "Geko, Geko, Geko" y no hubo vuelta atrás: tembló Buenos Aires.


Hernán despacha lo que será la bomba de la noche de la mano de "Guy J - Geko".


La gente desborda de alegría en el pabellón. La energía que hay en el ambiente es indescriptible.


Hace más de 2 horas que Cattáneo convirtió Moonpark en un estado de trance bailable a más no poder. Es demasiado bueno lo que está pasando. La música es muy buena y todo en una sola noche. Pocas veces vi a un DJ llevar una noche de esa manera.


Ya sobre el final, los tracks fueron aumentando a nivel fiesta.


Miro la hora y veo que sólo faltan 20 minutos. 15... 10... Y se termina lo que tanto habíamos esperado.


Sin embargo, habría una perlita más...


La frutilla arriba del postre...


Los primeros acordes suenan y, como si la vida retrocediera 5 años, "In A State" inunda con su melodía el pabellón de manera única e irrepetible.


Serán, para los más viejos, los 7 minutos más nostálgicos de la noche por todo lo que ese tema significó en su momento.


Se apaga la noche y, con ella, las potencias de sonido.


Se encienden las luces y las caras indican una sola cosa: "Tremenda noche nos regaló Cattáneo".


Va a costar mucho olvidarla y repetirla.


La vuelta es tranquila, la tormenta ya había pasado y Buenos Aires, ya no estaba tan fresco como el día anterior.

lunes, 1 de septiembre de 2008

Todo llega (finalmente...)

Como bien indica el display a la derecha de esta página, "Regalado En Buenos Aires" sigue sin estar disponible por Fiesta.
Por fin, de una buena vez, el próximo sábado Buenos Aires contará con, nada más ni nada menos, que la presencia del DJ argentino Hernán Cattáneo.
Pero, no estará solo. La Moonpark contará, además, con la persencia y debut en nuestro país del holandés Eelke Kleijn.
Basado en algunos sets en vivo del holandés, este muchacho promete muchísimo para este sábado y, seguramente, hará bailar a los clubbers como pocas veces se verá.
Sin embargo, el plato fuerte será Hernán.
¿Qué se puede agregar de Hernán que ya no se haya dicho?
Sin dudas, después de John Digweed, el mejor DJ que ronda en este planeta.
No hay nada conmfirmado, pero los rumores indican que cierra la noche con un set de 4 horas.
Y ojalá así sea ya que, debido a su (afortunadamente) cargada agenda a nivel internacional, nos priva de tenerlo más seguido y con un buen set de varias horas, como hasta hace unos años se podía disfrutar en Buenos Aires.
Una noche que promete mucho, llena de fabulsos sonidos y un groove que, dia a dia, se nos pega más en nuestros corazones.