El ingenio argentino para la chantada no tiene límites. Tenemos una capacidad innata, genética, para idear estafas y sacar siempre una tajada del revoltijo. En ese aspecto, hay que decirlo, somos brillantes y le podemos competir de igual a igual a cualquier país del mundo.
Días atrás llegó a la redacción de Regalado en Buenos Aires una denuncia de una nueva estafa al pobre y bienintencionado ciudadano. En la Feria de La Salada (que sería como la Catedral de la Chantada) se da una práctica que se burla de la buena fe de las personas y no estamos hablando de la falsificación de marcas de ropa o piratería. Es algo peor y más grave, se están falsificando loros.
Resulta que uno va, ingenuamente y de buena fe, a comprar a la simpática ave que habla, y resulta que le dan una cotorra. El procedimiento es el siguiente: los vendedores consiguen a las cotorras, le tiñen la cabeza, y después la venden como un loro hecho y derecho. Cuando el desprevenido pregunta: "¿eso es un loro?" el vendedor con velocidad responde: "si Maestro, es un pichón de loro". Entonces la persona, ingenua, compra y se lleva un pajaro lindo y verde que nunca en su vida va a decir ni media palabra.
En fin, tenga cuidado y vaya atento. En este país el que no corre vuela.
LEONARDO MARTIN
lunes, 6 de julio de 2009
SERVICIO A LA COMUNIDAD: QUE NO LE VENDAN COTORRA POR LORO
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2 comentarios:
¿Y para que compraría un loro?
Quizás a vos no te interesa, pero de algún lado los saca la gente que los tiene.
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