Voló Voló (Homenaje A Un Cura Brasileño)

Titular está nota no exige un gran esfuerzo. Lo que cuesta, es elegir el título justo que sintetice lo absurdo de los hechos que la motivaron.
Se me ocurren varios de mal gusto o de humor negro, para lo que seguro va a ser una historia con un triste desenlace.
La noticia a la que me refiero es a la del cura brasileño llamado Adelir de Carli, de 41 años, que tuvo la brillante idea de colgarse de 1.000 globos inflados con helio y remontar vuelo, cual ave, para romper un récord y, de ese modo, conseguir dinero para su pastoral. El sacerdote se preparó, juntó los 1.000 globos, consiguió una silla para hacer el trayecto más confortable, se llevó agua y barritas de cereal (por si le agarraba hambre en el camino) y se lanzó a la aventura, que muy probablemente se convierta en su última excentricidad.
El pequeño problema que aquí se presentó es que, al pobre hombre, le perdieron el rastro ya que los vientos lo arrastraron hacia el sur, sobre el mar de la bonita isla de Santa Catarina, donde seguramente, tuvo el noble destino de servir de alimento para tiburones.
Ahora, la pregunta inevitable que hay que hacerse es: ¿en qué carajo pensaba ese hombre dejámdose llevar por 1.000 globos y largarse a merced de los vientos que es más peligroso que comprarse un pasaje a Bagdad o que subirse a un avión con ocho integrantes de Al Qaeda dispuestos a todo?

Pero en fin, locuras son locuras y hay que ser respetuosos de ellas. Es más, particularmente, no dejan de causarme cierta admiración aquellas personas que tienen la suficiente voluntad para llevarlas a cabo.
Después de haber leído las noticias de este cura, con pasión y profunda preocupación (que de ahora en más debería ser santificado como el "Santo de los Vientos" o, por lo menos, por el más humilde "Santo de los Globos"), me queda otra sensación que es la de que un hecho así, sólo se podría haber llevado acabo en Latinoamérica. Si hubiera sido imaginada y escrita por alguien, sin duda, hubiera sido categorizada en el género "realismo mágico" ya que tiene fantasía, realidad, locura y un destino trágico; aunque, en mi interior, todavía tengo la esperanza de que aparezca con vida, medio hecho bolsa por estar tres días en el mar, pero vivo como para contarlo y que nos diga a todos los que hablamos de él "Vieron que los boludos son ustedes....."

Leonardo Martín